El 25 de octubre del año en curso, El Pontificio Consejo Vaticano para la Promoción de la Nueva Evangelización publicó el nuevo Directorio para la Catequesis. Este es el tercer documento apostólico explícito y oficial sobre la catequesis en tiempos recientes. El primero, el Directorio Catequístico General de 1971, hizo hincapié sobre los resultados del Concilio Vaticano Segundo, mientras que el segundo, el Directorio General para la Catequesis de 1997, se refirió extensivamente al Catecismo de la Iglesia Católica que había aparecido unos años previos en 1992. En esta nueva edición, se ha destacado a la catequesis como proceso aún más que en las ediciones previas. El “modelo catecumenal” del Directorio de 1997 ha ejercido una influencia significativa sobre nuestras reflexiones catequéticas durante los últimos años. El nuevo Directorio lo abraza desde el inicio[1] y propone el catecumenado con la forma e identidad natural de toda catequesis.
Siguiendo este esquema, el nuevo Directorio es sensible y atento a los cambios culturales y los retos que se han suscitado a lo largo de los últimos veinte años. Enfoca la influencia siempre creciente de la cultura digital y la cuestión de cómo transmitir la fe en tales circunstancias. El Directorio reconoce las oportunidades y límites que estas nuevas formas de comunicación presentan ya que estas formas conducen a nuevas formas de pensar. Aunque responda a estos cambios culturales en todas sus partes, el capítulo diez enfoca temas especiales y áreas que exigen un estilo fresco para proponer la fe y entablar el diálogo.
La estructura del diálogo es entendida no solamente como un método, sino también como la esencia de la fe cristiana. Se hace referencia extensiva a la exhortación apostólica Evangelii gaudium - con su énfasis sobre el diálogo - en el primer capítulo del Directorio y, de hecho, a lo largo del documento. Dios interpela e involucra a la humanidad en un diálogo de amor, y somos llamados a responder a Dios que ha tomado la primera iniciativa. Este llamado se da en todos los diarios actos de amor y en la liturgia, no como una forma de activismo, sino como mistagogía según una comprensión del diálogo donde Dios existe en cada persona y le llama a la fe y al amor. Dios ya está en nuestro corazón antes de que comenzamos a actuar. En este sentido, una liturgia que da espacio a este misterio es una especie de mistagogía – o, también podemos decir, una especie de catequesis mistagógica. En consonancia con esta comprensión de la catequesis, el nuevo Directorio también enfatiza el kerygma como elemento fundamental de la catequesis. Esto se extrae desde el Evangelii gaudium, el cual declara que todo acto de evangelización tiene que transmitir el kerygma como testimonio de amor. El anuncio de Cristo y de Su amor por nosotros es siempre un mensaje innicial y continuo que se debe de incluir en todo acto de amor. La estructura trinitaria de la fe cristiana siempre es evocada donde se vive y se demuestra la compasión. Por último, se nota que el nuevo Directorio incorpora de manera extensiva las reflexiones teológicas, la predicación y el cuidado pastoral del Papa Francisco.
Podemos resumir el progreso y contenido del nuevo Directorio en seis puntos que podrán ser una fuente de reflexión para el futuro al leer y examinarlo.
1. El nuevo Directorio es atento a los signos de los tiempos y se esfuerza por interpretarlos a la luz del Evangelio – según dice la constitución pastoral sobre el Concilio Vaticano Segundo, Gaudium et spes. Por ejemplo, uno de los grandes retos de una cultura digital es cómo se transmite la fe, especialmente cuando para las generaciones anteriores el contexto de la familia en su composición intergeneracional ha sido tan importante. Además, el nuevo Directorio presta mucha atención a todos los asuntos relacionados con la crisis ecológica y, en cuanto a la catequesis, se refiere a la encíclica papal, Laudato sí. En esta consideración de los signos de los tiempos, el Directorio no adopta una postura unilateral e indiferenciada, sino ayuda a considerar las oportunidades y los límites de manera apropiada.
2. En este contexto, el nuevo Directorio para la Catequesis anima a los catequistas a ser más valientes en la proclamación del contenido de la fe. Fundamentado en la carta apostólica del Papa Francisco, Evangelii gaudium, el kerygma no se entiende en el sentido estricto de la palabra como una fe resumida en ciertas frases, sino como testigo que da lugar a nuevos testigos.
3. Con referencia a la exhortación apostólica, Evangelii Nuntiandi (1975), y mayormente inspirado por el documento Evangelii gaudium, el nuevo Directorio subraya la importancia de la catequesis como parte indispensable de un proceso más amplio de evangelización. También, en este sentido el Directorio actual representa a la vez la continuidad y la innovación. Poniendo el énfasis sobre las responsabilidades específicas para la catequesis – desde el obispo como primer catequista de su diócesis, al papel frecuentemente muy importante que desempeñan los abuelos en la catequesis – la catequesis no puede delegarse, pero es la esencia más íntima de todas las formas y maneras para predicar la fe.
4. Como el anterior Directorio General para la Catequesis de 1997, el documento actual fundamenta el proceso de toda catequesis sobre el catecumenado como camino original de la iniciación cristiana. Especialmente bajo los retos actuales de un ministerio pastoral misionero, el catecumenado se está volviendo un paradigma auxiliar en contenido y estructura para la enseñanza y para la internalización personal de la fe.
5. Comenzando con la carta apostólica postsinodal Amoris laetitia, el nuevo Directorio también promueve el desarrollo de un catecumenado-matrimonio, en este sentido análogo al proceso de la iniciación, para enfatizar la fase preparatoria del matrimonio en su sentido catequético.
6. A un grado mayor que los directorios anteriores de 1971 y 1997, el documento actual subraya la idea central de la carta apostólica Evangelii gaudium. En esta última, el Papa Francisco habla explícitamente de la importancia de la vía pulchritudinis como punto de partida para la evangelización en la era posmoderna. Esto subraya la comprensión de que la belleza no debe de malinterpretarse como esteticismo, sino más bien – de acuerdo con las enseñanzas del Papa Benedicto XVI – que la verdad es bella y la belleza es verdadera.
La gran expectativa que se ha generado en espera del nuevo Directorio para la Catequesis – especialmente en los países de habla inglesa y en el sur y el este de Europa – demuestra que la catequesis requiere del intercambio entre las iglesias del mundo. Las muchas iglesias locales comprometidas con el desarrollo de sus directorios diocesanos para la catequesis obtendrán inspiración y motivación renovadas a partir del documento nuevo. Ésta ha sido mi experiencia derivada de las muchas conferencias sobre la catequesis a las que he asistido en años recientes en las variadas Iglesias locales, y a partir de las consideraciones que muchas personas me han externado, junto con sus grandes expectativas y alegría ante el documento nuevo.
Reverendísimo Obispo Dr. Franz-Peter Tebartz-van Elst es el Delegado para la Catequesis del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en la Ciudad del Vaticano.
Nota del Editor: La siguiente edición de The Catechetical Review será dedicada al nuevo Directorio de Catequesis, con artículos que exploran cada uno de sus capítulos.
Nota
[1] Véase el Directorio de Catequesis, Primera Parte, Capítulo 2.