The Catechetical Review - Communicating Christ for a New Evangelization

La Eucaristía: ¿Quién, cuándo, qué, por qué, dónde? Segunda Parte

Authored by Peter Kreeft in Issue #5.2 of Catechetical Review
En nuestro número anterior, Dr. Kreeft exploró varios asuntos importantes que se suscitan cuando consideramos las preguntas de “¿quién?” y “¿dónde?” en cuanto se refieran a Cristo en la Eucaristía. En este artículo, el autor examina las tres preguntas finales con tal de ayudarnos a mejor comprender la enseñanza de la Iglesia sobre nuestro Señor Eucarístico. ¿Qué? ¿Qué actividad realiza Cristo en la Eucaristía? Obviamente, Él actúa sobre nosotros y dentro de nosotros en la Sagrada Comunión, tanto en nuestro cuerpo como en nuestra alma, ya que Él nos penetra en Cuerpo y Alma, no solamente para estar allí, para ser actual, sino para ser activo también en nosotros. Nos hace cosas. Nos salva de nosotros mismos, nos lava quitando nuestros pecados, nos justifica y santifica, y nos glorifica. Nos da toda gracia, nos hace, de forma gradual, lo que le hizo a María repentina y totalmente, es decir “llena de gracia”. En nuestro caso, este proceso no es completado y perfeccionado en esta vida, como lo fue para María. Pero lo que le hizo Dios, nos lo hace a nosotros. Hace – está ahora manos a la obra haciendo – una obra mucho mayor que el hacer el universo entero desde la nada: está haciendo santos de pecadores. El mundo entero es como aquella caja-más-que-mágica a la que llamamos el confesionario: Adán entra y Jesús sale. Cristo hace lo que únicamente Dios puede hacer: crea en nosotros un corazón puro. Nos está operando el corazón. Él es quien T.S. Eliot llamó “el cirujano herido”. La Sagrada Comunión es cirugía cardíaca. Pero, ¿qué hace Cristo en la Eucaristía todo el tiempo, aun cuando no estamos recibiendo la Sagrada Comunión y cuando no estamos ofreciendo su Cuerpo y su Sangre al Padre para la salvación del mundo cuando asistimos a Misa? ¿Qué hace durante la Adoración Eucarística? ¿Qué está haciendo ahorita mismo? Santo Tomás contesta esa pregunta con una sola palabra, una palabra maravillosa, en el himno eucarístico más perfecto que se haya escrito. El primer renglón es “Adoro Te devote, latens deitas, quae sub his figuris, vere latitas” (Devotamente te adoro, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias). Aquella palabra, latitas, es la respuesta a nuestra pregunta, “¿Qué está haciendo Cristo allí?” Se está ocultando. Ocultarse es un acto, no solo un estado estático de ser, sino una acción, una actividad, un acto libremente deseado que hace una diferencia, que cambia algo. Cuando nos ocultamos, cambiamos nuestra apariencia. Si no nos ocultáramos, estaríamos visibles; cuando nos ocultamos, hacemos algo, cambiamos algo, nos volvemos invisibles. Nos retiramos de las apariencias. Cuando dejamos de ocultarnos, no le sumamos nada a nuestro ser, sino que nos quitamos algo: nos quitamos nuestro disfraz, o nuestro escondite. Cesamos la acción de ocultarnos.

The rest of this online article is available for current subscribers.

Start your subscription today!


This article is from The Catechetical Review (Online Edition ISSN 2379-6324) and may be copied for catechetical purposes only. It may not be reprinted in another published work without the permission of The Catechetical Review by contacting [email protected]

Articles from the Most Recent Issue

Editor's Reflections — Mary: The First Disciple of Jesus
By Dr. James Pauley
Free What does it mean to be a disciple? We might think the answer simple enough: a disciple follows a teacher, so a Christian disciple is one who studies and puts into practice the teachings of Jesus. The problem here, though, is that Jesus isn’t only a wise teacher. To be his disciple requires something more. At the Great Commission, when he charged... Read more
Marian Devotion and the Renewal of Church Life
By John C. Cavadini
Free What happened to Mary? This is a question that could easily occur to anyone reading through 20th-century theology. Marian theology up to the 1960s was vibrant and flourishing. Fr. Edward O’Connor’s 1958 magisterial volume The Immaculate Conception (recently re-released by University of Notre Dame Press) seems to sum up an era. The lively essays... Read more
The Witness of Mary: A Portrait of Doctrine
By Sean Innerst
In Evangelii Nuntiandi (EN), Pope Paul VI, of sainted memory, said something that has become almost a banner that we fly above our apostolic work today, both in our evangelization and our catechesis. “Modern man listens more willingly to witnesses than to teachers, and if he does listen to teachers, it is because they are witnesses.” [1] This is... Read more

Pages

Watch Tutorial Videos

We've put together several quick and easy tutorial videos to show you how to use this website.

Watch Now